
3. Costumbrismo rural y urbano
Durante los primeros años del siglo XX, emergió en la pintura mexicana un realismo local que reflejaba las tensiones políticas del momento. Las representaciones de indígenas, campesinos y obreros se convirtieron en protagonistas, siendo retratados en una diversidad de oficios como herreros, albañiles y mineros, entre otros. Además, se sumaron personajes de las periferias urbanas, como los payasos callejeros, los tragafuegos y escenas que capturaban la vida nocturna. Los artistas presentes en ambas colecciones adoptaron un enfoque costumbrista que capturaba los diversos rostros de la sociedad, reflejando en ocasiones, luchas sociales ocurridas tanto en el entorno nacional como el internacional.