5. Entre la pintura metafísica y surrealista


Desde la década de 1920, numerosos artistas mexicanos que habían estudiado o viajado a Europa comenzaron a crear obras influenciadas por la pintura metafísica, un estilo vanguardista que indagaba en conceptos de misterio, tiempo y existencia más allá de la realidad tangible. Varios de estos artistas lograron fusionar estos aspectos con rasgos identitarios propios. De manera similar, la Escuela Mexicana de Pintura, marcada por la visita de algunos miembros del movimiento surrealista a México en los años treinta, así como por la Exposición Internacional del Surrealismo en la Galería de Arte Mexicano, integró ciertos aspectos metafísico-surrealistas en su producción pictórica. Esta influencia permeó el panorama artístico durante la década de los cuarenta, especialmente con la llegada de los exiliados españoles, y continuó vigente hasta los años setenta.