El Dr. Atl y el Dr. Palacios Macedo en el Sanatorio Lourdes, 1944, Plata sobre gelatina coloreada.
Convergencias: retratos en diálogo
El afecto que el Dr. Atl le tenía a su médico quizás se atribuye al espíritu revolucionario que compartían, ya que tenían varios intereses en común: la democratización de la cultura, la ruptura con academias viejas e institucionales, y el deseo de proponer nuevos sistemas académicos. En cuanto a su carácter, ambos poseían un carisma hipnotizante y un evidente entusiasmo social.
Durante sus últimas décadas de vida, el Dr. Atl visitó a su médico en múltiples ocasiones para fines tanto personales como médicos. Solían almorzar juntos en casa del Dr. Palacios Macedo, así como frecuentar el entonces famoso restaurante-hotel L’Escargot. Éste lugar estaba adornado por El árbol del bien y el mal, un mural del caricaturista Ernesto García Cabral, el cual muestra a Palacios Macedo como uno de los protagonistas principales acompañado de otras personalidades de la época como Agustín Lara, María Félix, Cantinflas, el Dr. Atl, y el mismo García Cabral.
Los retratos en vista de Palacios Macedo ofrecen dos caras del médico:en el homenaje de Atl, se muestra como un personaje imponente, serio y estoico. En contraste, las representaciones de García Cabral lo retratan satíricamente como un hombre de gustos hedonistas.
