FACETAS


El encuentro de obras de ambos países funciona para producir diálogos visuales y marcar diferencias en intenciones y visiones culturales. Aquí se presenta también lo subjetivo y lo expresivo en el paisaje, mostrando cómo artistas de los dos países exploraron su propia individualidad a través de diversos recursos técnicos y formales, en algunos casos mediante la reformulación de modelos de tradiciones anteriores, y en otros apropiándose de elementos formales foráneos. La pintura japonesa de paisaje –como ya se ha mencionado– nació en China, y desde sus orígenes representa parajes imaginarios o adaptaciones del sitio real. En este sentido la tradición de paisaje sino-japonesa más que una copia directa, concibe la representación de la esencia o del espíritu de esos elementos que configuran la escena.

La abstracción en el paisaje no es, de ninguna manera, ajena a las producciones de México y Japón. Los primeros años del siglo XX fueron un punto de inflexión en la experimentación con la abstracción y la síntesis. Hemos seleccionado los casos de Fukuda Kodōjin 福田古道人 y del pintor español exiliado en México Jesús Martí Martín.

En México tuvo un peso importante la crítica social en la pintura de paisaje, no así en Japón. Sin embargo, hemos seleccionado un ejemplo de Hada Teruo 秦テルヲ que incluye este aspecto en la pintura de paisaje de la corriente nihonga 日本画, aunque no sea un tema frecuente. Forman parte de esta misma sección, piezas que muestran las relaciones del paisaje con la poesía y con el naturalismo.



Okutani Shūseki (1871-1936) | Álbum de las ocho vistas de Xiaoxiang, c. 1900s | Tinta y color sobre papel, y tinta sobre papel decorado con oro | Colección Terry Welch


LA POESÍA EN EL PAISAJE


La pintura, la caligrafía y la poesía han tenido en el arte japonés una relación histórica larga. Para la tradición china que se continuó en Japón la pintura y la poesía no eran sino dos caras de una misma moneda. El álbum plegable que se muestra aquí permite apreciar sus registros poéticos; se trata de un hermoso ejemplo que combina la pintura de paisaje con un poema cada dos páginas.

En México la ilustración de poemarios fue muy frecuente. La posibilidad de compartir, escritura y plástica, intensidades, colores, atmósferas, hizo de la alianza entre el arte visual y el escrito un fecundo juego de correspondencias.



EL NATURALISMO LA REPRESENTACIÓN DEL PAÍSAJE

José María Velasco y Nakata Unki 中田雲暉 son dos creadores cuyo trabajo se alimenta de tradiciones artísticas, botánicas y zoológicas europeas –y también chinas para el caso del artista japonés–. Sus piezas se caracterizan por un importante planteamiento estético sin por ello renunciar al naturalismo científico.

El trabajo pictórico de Velasco hizo siempre de la investigación científica una clave en el desarrollo de su maestría plástica, ejemplo de ello son los bocetos que ilustran las eras de la tierra. Se trata del exponente mexicano más representativo del naturalismo, y su obra está asociada a la plenitud de la belleza que ofrece la creación artística virtuosa.



Nakata Unki (1872-?) | Colorido conjunto de vistosas imágenes, 1930 | [Detalle] Rollo Otoño-invierno Tinta y color sobre seda | Colección Terry Welch




Nakata Unki –artista poco conocido– pertenece a la tradición de pintura naturalista que caracterizó a la escuela de Nagasaki y que a su vez se alimentó de los tratados de ciencias naturales europeos y chinos. El japonés nos brinda una hermosísima obra en dos rollos con el tema de pájaros y flores (kachō-ga 花鳥画), una de las temáticas principales de la pintura sino-japonesa.





Nakata Unki (1872-?) | Colorido conjunto de vistosas imágenes, 1930 | Rollo Otoño-invierno | Tinta y color sobre seda | Colección Terry Welch