CONCEPTO
RECTOR



Para muchos fue sólo un cómico disonante, para otros es un ícono nacional y para otres, será un sorprendente hallazgo. Lo cierto es, que quien fuera quizás el actor más taquillero de la época dorada del cine mexicano; Germán Valdés Tin Tan, injustamente eclipsado por la intelectualidad orgánica de la época, el oficialismo y una industria que devino decadente, hoy es tan vigente como nuestra compleja realidad nacional. Tin Tan se inmortalizó así mismo a través de la cultura popular mexicana, acallada por el estridente ánimo de progreso; al apropiarse de sus narrativas, sus personajes, sus infortunios y sus voces. En otras palabras, al reflejar las contradicciones de un México que abandonaba su pasado atisbando el porvenir.

Logrando la fama lo mismo en la radio, que en los escenarios y en el séptimo arte. Germán Valdés Tin Tan encontró virtud en la autonomía de ir a contracorriente. Maravillosamente impúdico Germán Valdés a través de Tin Tan optó por desmantelar con humor; el idílico relato desarrollista de lo que se anunciaba como la modernidad mexicana. Construyendo un meta personaje libre, benevolente que sabía disfrutar de las peripecias de la vida, un pícaro al que sin duda le gustaba serlo y un pobre diablo que se regocijaba de ello y sin martirizarse. Con el rigor de la improvisación en todos sentidos, así se burlaba por un lado del canon, como del oficialismo, de la solemnidad, como de la moralidad de la época, de los clásicos, como de la cinematografía nacional.



Tin Tan es hoy un personaje totalmente atemporal, posmoderno y contemporáneo por que continua encarnando al antihéroe, a ese México que persiste al margen, y por otro lado, ese México que se anticipó a la historia: transcultural, multiétnico y pluricultural. Desde luego, todo gran creador está vinculado siempre a otros creadores, por ello Tin Tan es un personaje multireferencial que nos obliga a revisar globalmente a cómicos, músicos y creadores reflejo del estrepitoso virtuosismo de una era disruptiva y en constante transición. Generoso en su creación, la comicidad en Tin Tan emanaba siempre desde el juego en colectivo, acompañado siempre de una flotilla de comparsas entre los que destacó su profunda amistad con Marcelo Chávez, su carnal.

Multifacético hombre de espíritu universal, es reconocido por sus múltiples talentos en el baile, el canto, la comedia, la música y el lenguaje. El vital genio del goce, se adelantó a su época y encontró en el idioma una herramienta de confección y no un cerco a su imaginación creativa. Con más de un centenar de películas el denominado Pachuco de Oro demostró ser incansable y un personaje que nunca se traicionó a sí mismo. Así, encumbró al Pachuco como máximo retrato de lo diverso y lo antisistémico frente a un mundo homologante.





Hoy, somos Tan Tin Tan que llevamos en el habla culturalmente asimilado al personaje, incluso sin saberlo. En un vaivén que nos lleva del español al slang, del caló mexicano al inglés, de nahuatlismos al albur, Tin Tan podría considerarse como preludio del Meme; el Meme lingüístico de ese “algo imitado”, e instantáneamente memorable.