Origen disonante y destino melódico

Se puede decir que la etapa temprana de Germán Valdés estuvo permeada por tres grandes influencias: la comicidad emanada de la gestualidad del cine mudo, la sonoridad de la música afrodescendiente, y el pachuquismo heredero del Zoot Suit.

En su presentación en el Mason Opera House de Los Ángeles, durante una gira de la compañía por los Estados Unidos, Germán solicitó a un patiño para que le hiciera la dupla, figura que recayó en Marcelo Chávez, músico y cantante de la compañía. En esa ocasión pidió que lo anunciaran como el Pachuco Topillo Tapas, y así, en plena efervescencia de los disturbios raciales conocidos como Zoot Suit Riots, rodeado de marines y nutrida banda mexicano-americana, la presentación tuvo una gran recepción entre un público simpatizante que se oponía a las redadas policiales y la discriminación racial.

Los ataques a chicanos —y otras minorías—, que se distinguían por usar una vestimenta inusual y provocadora, eran resultado de la animadversión racial. La violencia llegó a tal nivel que incluso un concejal propuso prohibir esa vestimenta en Los Ángeles, alegando que era "antipatriótica", por la cantidad de tela que se empleaba para su confección en tiempos de guerra. Pronto los motines se extenderían a ciudades como San Diego, Filadelfia, Chicago, Detroit…



Paralelamente, la evolución del jazz provocó la aparición de orquestas integradas por muchos músicos y varias secciones instrumentales: las famosas big bands, que ya desde finales de los años veinte, con la aparición del swing, indujeron una revolución melódica y rítmica que puso a bailar al mundo, con músicos de la talla de Duke Ellington, Benny Goodman, Glenn Miller y Count Basie.

Mientras, por este laredo —por estos lares, pues— las primeras grabaciones de canciones mexicanas se editaron en Nueva York, lo que provocó una indudable influencia en nuestra instrumentación. Durante los años veinte proliferaron en México las orquestas tipo jazz band formadas con los mismos músicos que más tarde se especializaron en danzón. Fecunda época de grandes orquestas como las de Leo Acosta, Luis Alcaraz, Juan S. Garrido, los Hermanos Márquez... Ya cercana la década de los cuarenta y con una fuerte presencia de la música cubana, hizo su irrupción en México el extraordinario Dámaso Pérez Prado.